5 errores que cometes con el sueño de tu bebés que no permite que duerma
El sueño de los bebés es muy particular y pretender que lo logre igual que otro es uno de los tantos errores que cometemos al ser padres.
Quizá uno de los puntos que más nos puede enloquecer a las madres, más si somos primerizas, es el sueño de nuestros bebés. En él encontramos esos momentos para ¿descansar, desconectar o encontrarnos con nosotras? La respuesta la tiene cada madre porque todas somos y tenemos una realidad diferente.
Si estás pasando por esa situación y te sientes confundida, tal vez te sirve de consuelo recordar que es un momento pasajero; pero también que no siempre resulta aplicar la fórmula que otra está aplicando a tu misma situación; que si necesitas ayuda, debes pedirla o buscarla; que oigas tu voz interior, porque la maternidad es un mundo en el que tú y tu bebé son los protagonistas.
Mi recomendación como especialista en Sueño infantil, es que te dejes ayudar de tus familiares, amigos o una persona que contrates para que se encargue del cuidado de tu bebé mientras necesites descansar; porque lo que no deberías hacer es “obligar” a tu bebé a adaptarse a tus necesidades, ya que eso solo logrará el efecto adverso.
Cada persona es diferente y su reloj biológico también, hay algunos recién nacidos que hacen ciclos de hora y media, otros de dos y otros de tres, coincidiendo con su alimentación, lo cual es un mecanismo de supervivencia.
“Durante la noche los bebés se despiertan para sobrevivir y las mamás se desesperan porque entienden que no es normal, cuando en realidad sí lo es”.
Existen tantas opiniones al respecto, que es como “guglear” sobre un tema, aparecen de todo. Pero en este sentido lo mejor es seguir tu instinto.
El despertar de un bebé durante la noche se debe a varias razones, entre ellas, sobrevivir.
Cosas que no deberías hacer si quieres que tu bebé duerma:
Error 1: Colocarlo en la cuna para que se duerma solo.
Este es un tema en el que entran en conflicto los estudiosos de este tema. Personalmente, considero que no es beneficioso y que los padres o tutores deben acompañar al bebé en el momento de conciliar el sueño. ¿Por qué? Sencillo, para los bebés este es el momento más vulnerable y sentir la presencia de su cuidador regula sus sistema nervioso y les da la seguridad que necesitan para conciliar el sueño y mantenerlo.
Error 2: Entrenarlo para que duerma
Los bebés no necesitan "aprender a dormir".
El pequeño dormirá cuando su cuerpo lo indique, no porque el adulto quiera obligarlo porque quiere hacer otra cosa. “No le estás eliminando estas necesidades, sino enseñándoles a no llamar, aun cuando tienen una necesidad”…
Error 3: Pensar que el bebé debe autocalmarse
Todo niño necesita la figura materna o la presencia de un cuidador cercano para calmarse, ya que esta relación de apego seguro es fundamental en los primeros años de vida. La cercanía y el consuelo proporcionados por la madre o el cuidador no solo satisfacen las necesidades emocionales inmediatas del niño, sino que también establecen una base de confianza y seguridad. Este apoyo emocional constante es lo que permitirá que, con el tiempo, el niño pueda calmarse solo sin experimentar estrés ni ansiedad. Intentar forzar la independencia emocional a una edad tan temprana puede resultar en secuelas emocionales que podrían afectar el bienestar del niño a largo plazo.
Los principios del desarrollo humano y los estudios sobre el funcionamiento del cerebro infantil nos revelan que la única manera efectiva de aprender la calma y la autorregulación es a través del apoyo, la guía y el modelado por parte del adulto cuidador. Este proceso de aprendizaje es gradual y requiere de un entorno donde el niño se sienta seguro y comprendido. Los niños, especialmente en sus primeros años, necesitan ver y experimentar cómo sus cuidadores manejan las emociones y situaciones estresantes . A través de este modelado constante, los niños internalizan estas habilidades y las integran en su propio repertorio de comportamientos.
Los bebés y niños aprenden a regular sus emociones mediante la repetición, la práctica y el tiempo. Cada interacción en la que el cuidador ofrece consuelo y ayuda a calmar al niño es una oportunidad de aprendizaje. Con el paso del tiempo y con suficientes experiencias positivas, los niños comienzan a desarrollar la capacidad de manejar sus propias emociones de manera más efectiva. Este proceso es esencial para su desarrollo emocional y para la formación de habilidades de afrontamiento que serán cruciales a lo largo de sus vidas. Por ello, es vital que los cuidadores sean pacientes y consistentes en su apoyo, reconociendo que la autorregulación es una habilidad que se construye lentamente pero que tiene un impacto duradero en el bienestar del niño.
Error 4: Despertar a tu bebé porque ya durmió mucho
La excusa de alimentar al bebé durante la noche es común, pero es importante entender que un bebé con hambre se despertará naturalmente. Si el bebé está durmiendo, es porque necesita ese descanso y debemos respetar su ciclo biológico. Respetar el sueño del bebé es crucial para su desarrollo infantil y bienestar general.
Interrumpir el sueño puede afectar negativamente su ritmo natural y su crecimiento. Al comprender y respetar estos patrones, los padres pueden fomentar una crianza consciente y ofrecer un entorno más saludable para el descanso y el desarrollo del niño.
Error 5: Pasar de mucha actividad a dormir
"Pasar de mucha actividad a dormir puede ser complicado para los niños. Este cambio abrupto a menudo provoca que el niño se sienta irritado, ya que se encuentra atrapado entre el agotamiento y la emoción. Esta situación puede ser especialmente difícil de manejar y puede afectar negativamente su capacidad para conciliar el sueño de manera tranquila y reparadora. Lo mismo ocurre con la lactancia; una alimentación justo antes de dormir puede sobreestimular al bebé, dificultando que se calme y duerma adecuadamente.
Para promover un desarrollo infantil saludable y una crianza consciente, es esencial establecer rutinas tranquilas que ayuden a los niños a hacer una transición suave hacia el sueño, asegurando así que puedan descansar y recuperarse correctamente.
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